sábado, 27 de diciembre de 2008

OND v2.0 SAO City

Ya no debería explicar porque escribo a estas horas en vez de disfrutar de un bello sueño donde aparezco descanzando todo el día en la playa de Las Grutas (cuac, ya está sucediendo, no es lo que tanto se comenta, prefiero cavernear :B). Si debo decirles que estoy en mi ciudad natal, San Antonio Oeste, forjadora de grosso (en singular porque... bueno, se imaginarán (no, no soy enano)).
Nuevamente disfruto de un patio, las comidas de la mamma, mi pieza con cd's que tuvieron problemas de grabación y ahora se encuentran colgando con tanza de mi techo, los loros a las 8 de la noche, a las 12... a las 4 y a las 6 (matina) >_<, el croar de los sapitos... Bueno, muchas cosas... Ya pasó la Navidad, un tantín amarga pero eso no quita mi deber de saludarlos a todos y desearles mis mejores deseos (que buen chamuyo para quedar bien). La pasé con mis viejos, con el perro nuevo (Benito), y con el viejo (Casicuco), que está cascarrabias porque hay un perro nuevo... Luego salí con unos amigos y la amargura continúo. El primer año que veo una Navidad con tan poco movimiento, tanto acá en San Antonio como en Las Grutas. Entramos a uno de los boliches (el más barato, la falta de laburo está condicionándome), era la muerte... No había un alma. Téngase en cuenta que estuvimos deliberando porque no teníamos referencia de ningún lado, y es muy complicado saber cuál es el bolichongo que se puso. Estábamos atentos a cualquier indicio, por más mínimo que sea (colas, gente que salía, volumen de la música, densidad relativa del aire...). Eran las 4 (téngase en cuenta este detalle) y nosotros sólo atinamos a tratar de conseguir nuestra consumisión en una de las barras más ineficientes que vi en mi vida. Estaba el viejo que seguramente era el dueño... o el papá del dueño, una morocha de notorios ojos comprados, el gordito que era el único que parecía que se manejaba, y una mina que estaba enfrente de una notebook haciendo... O_o sólo el que nació ese día sabe. El desempleo pegó fuerte, la entrada también, la cerveza... no. Y entonces se dio esta situación al volver a mi casa:
Yo: Entrando a la casa...
Mi papá: -Leo... ¿me parece a mi o metiste la llave de una?
Yo: -Emmm...
Papá: -No vendrás fresco, ¿no?
Yo: -No, papi...- Tratando de imitar el balbuceo de un borracho. -Me thomé todooooo...
Papá: -A ver...- Se levanta para olerme el aliento. Trato de alejarme pero es tarde. -¿Solamente cerveza? Si no pega tanto... ya deberías saberlo... Hijo, es una festividad, yo a tu edad hubiera vuelto con el hígado en la mano...
Mamá: -¿Qué pasó?!? ¿Leonardo llegó fresco?
Papá: -¡Si! Es un desubicado...
Mamá: -¡Vaya para su pieza pendejo de mierda! Y camine ladeado... por favor... ¿A dónde va se va a ir la juventud así?
PD: Para la próxima no me colgaré tanto (sobre todo porque ya la tengo pensada).