lunes, 28 de julio de 2008

Dexter

Para todos aquellos que dijeron que no iba a haber más Dexter, que estaba todo planeado para sólo dos temporadas, la industria de la televisión y los entretenimientos les dice :"¡Ésta!", confirmando una tercera temporada de Dexter.
Aquí está el trailer.



Y no empiecen a decir que la van a pasar a cagar y esas cosas. La industria del entretenimiento jamás nos falló (¿?), por lo menos esperen a que empiece.

PD: Perdón si ya lo sabían.

jueves, 24 de julio de 2008

Otro reto para la muchachada

Muy agradecido de recién haber terminado este primer semestre del año, y en lo que se referiría a materias cursadas justo en el diome (o sea, justo en el lugar que pasó mucho tiempo para cambiar de carrera pero se están muy lejos de recibir los beneficios), me puse a pelotudear. ¿Quién no lo haría y quién no lo hará?
Y redepente, me encontre leyendo un viejo comentario en este mismo blog que en su momento no había entendido... Está en el post Colgándose del éxito, que realicé hace un tiempo atrás (lo recordarán), sobre un famoso meta-paradigma... Lo copio para que no lo tengan que buscar:

"Hola!
en otras palabras, se podria decir que la bolivianada(X) es un operador de punto fijo para cualquier X.

Me pregunto cual sera el minimo modelo de Herbrand asociado al menor punto fijo de este operador.

Iñaki Garay"

Ahora que Lógica ya es una materia más del pasado inmediato, creo tener la respuesta... Vamos a formalizarlo un poquito más.

Sea la función bolivianada: Programa lógico definido -> Programa lógico definido, que devuelve un otro programa que hace lo mismo pero con un tiempo y orden de ejecución astronómico. Y acá, perdoname que te corrija Iñaki, pero este operador es un operador de punto fijo cualquier X que ya sea una bolivianada.

Y ahora se presenta el reto. ¿Cuál es el mínimo modelo de Herbrand asociado a este operador? Voy a decir que es lo que creo después. Pero piensenlo Uds. Puedo estar equivocado...

miércoles, 23 de julio de 2008

El oráculo

El otro día le preguntaba a Pancho...
"En un grafo donde los nodos sean actores de cine, y estén relacionados por las películas en las que dos actores estuvieron juntos en cartel (o sea, un nodo Orlando Bloom estaría unido con Viggo Mortensen por El Señor de los Anillos (aclaración para cortos :P))... ¿Cuál sería la distancia (mínima) entre (por tirar un ejemplo, no?) Jorge Porcel y Kevin Bacon?"
Pregunta que parecería capciosa, pero no es para tanto...
Resulta que la gente de la Universidad de Virginia se preguntó lo mismo. Decían: "Vamos, muchachos, Jorge Porcel, el gordito que actuó con Susana Giménez, piensen...". Claro, muchos se pueden llegar a imaginar que es un trabajo muy largo, buscar entre todas las películas... Era claramente un trabajo para una computadora. Por suerte ya existía la IMDB (Internet Movie Database), de donde sacar la información. Ahora, tal vez no todos lo saben, pero el problema de buscar el camino más corto entre dos nodos en un grafo de un problema de los catalogados NP (o sea, puede ser resuelta por una máquina del muñequa quebradiza Turing con múltiples cintas en tiempo polinómico). Como no daba para buscar una demostración a este problema de Hilbert, porque necesitaban la solución inmediatamente, hicieron uso del bolivian theorem, y empezaron a buscar exhaustivamente.
¡Y ahora si! La respuesta es ... 2!
¿No me creen?

Jorge Porcel en Carlito's Way (1993) con Sean Penn
Sean Penn en Mystic River (2003) con Kevin Bacon

Claro está que no se puede buscar dos nodos cualquiera, por lo que dije arriba, así que los muchachos de la Universidad de Virginia nos dejan usar este motor de búsqueda, pero sólo con Kevin Bacon, en lo que se denomina El Oráculo de Bacon.
Simplemente pongan el nombre de un actor (les doy unos ejemplos con los que se van a sorprender: Carlos Gardel, Fabiana Cantilo, Guillermo Francella, y hasta Norberto "Pappo" Napolitano y Lia Crucet!) y devolverá el número de Bacon.
Sinceramente, yo no pude encontrar un actor que tenga un número de Bacon mayor a 4. Dejo el reto para la muchachada. Quien consiga un actor con un número de Bacon mayor o igual a 5 (no vale infinito ¬¬) se gana 2 kilos de tapioca gentileza de la Unión Vegetariana (tienen el link más abajo, son los adorables y apetecibles cerditos), y un viaje todo pago a Kazakztán.

domingo, 20 de julio de 2008

Expedición Ciencia

Aprovecho el espacio para meter un poquitito de spam...
Esta vez se trata de Expedición Ciencia, un campamento que se realiza en Villa La Angostura en verano en el albergue Inacayal, con una orientación educativa y científica, para los adolescentes que están en el secundario.
Creo la totalidad de mis lectores ya han pasado esa etapa de boludismo exasperante, así que la idea sería, si tienen algún familiar o conocido de entre 14-17 años, y que mas o menos vean que pueda llegar a tener algún interés en participar, que se de una vueltita por la página de más arriba.
Yo por mi parte participé en el tercer ExpC (ahora se va a realizar el séptimo), y fue una experiencia increíble, la verdad estoy muy agradecido de los momentos que pase en ese campamento, no sólo por lo que aprendí, sino por el grupo de gente que conocí, tanto los chicos que participaron como los coordinadores. Fue una mezcla extraña entre limados parecidos a los que conocí en la universidad, con un viaje de egresados alcohol-less, y un toque de naturaleza y vida al aire libre.

Pongo este videito instructivo, que mayormente relata Gabriel Gellon.

sábado, 12 de julio de 2008

Una de Poe

(Post largo)
Hace ya bastante leí una selección de cuentos de Edgar Allan Poe. Entre ellos estaba Crímenes de la Calle Morgue, que tiene varias cosas interesantes, entre ellas, el protagonista de la historia es el señor Dupin, un detective resolviendo crímenes. No parece tener mucha novedad, pero el hecho es que Poe fue el primero en escribir cuentos policiales, y ya todo el mundo considera que el señor Dupin fue en quien se inspiró Arthur Conan Doyle para su Sherlock Holmes.
Este cuento ademas está precedido por un pequeño prólogo, o tal vez un pequeñísimo ensayo sobre la deducción. Tanto que el primer párrafo dice:
"Las condiciones mentales que suelen considerarse como analíticas son, en sí mismas, poco susceptibles de análisis. Las consideramos tan sólo por sus efectos. De ellas sabemos, entre otras cosas, que son siempre, para el que las posee, cuando se poseen en grado extraordinario, una fuente de vivísimos goces. Del mismo modo que el hombre fuerte disfruta con su habilidad física, deleitándose en ciertos ejercicios que ponen sus músculos en acción, el analista goza con esa actividad intelectual que se ejerce en el hecho de desentrañar. Consigue satisfacción hasta de las más triviales ocupaciones que ponen en juego su talento. Se desvive por los enigmas, acertijos y jeroglíficos, y en cada una de las soluciones muestra un sentido de agudeza que parece al vulgo una penetración sobrenatural. Los resultados, obtenidos por un solo espíritu y la esencia del método, adquieren realmente la apariencia total de una intuición."
Nada más cierto, creo yo, que lo que esbozó este señor.
El cuento seguía, sin ni siquiera llegar a esbozar un poquito de la trama original, hasta llegar al siguiente relato...
(Figúrese a dos personas, quien relata (un pre-Watson), y Dupin, en la siguiente situación...)
"Íbamos una noche paseando por una calle larga y sucia, cercana al Palais Royal. Al parecer, cada uno de nosotros se había sumido en sus propios pensamientos, y por lo menos durante quince minutos ninguno pronunció una sola sílaba. De pronto, Dupin rompió el silencio con estas palabras:

—En realidad, ese muchacho es demasiado pequeño y estaría mejor en el Théâtre des Varietés.

—No cabe duda —repliqué, sin fijarme en lo que decía y sin observar en aquel momento, tan absorto había estado en mis reflexiones, el modo extraordinario con que mi interlocutor había hecho coincidir sus palabras con mis meditaciones.

Un momento después me repuse y experimenté un profundo asombro.

—Dupin —dije gravemente—, lo que ha sucedido excede mi comprensión. No vacilo en manifestar que estoy asombrado y que apenas puedo dar crédito a lo que he oído. ¿Cómo es posible que haya usted podido adivinar que estaba pensando en... ?

Diciendo esto, me interrumpí para asegurarme, ya sin ninguna dada, de que él sabía realmente en quién pensaba.

—¿En Chantilly? —preguntó—. ¿Por qué se ha interrumpido? Usted pensaba que su escasa estatura no era la apropiada para dedicarse a la tragedia.

Esto era precisamente lo que había constituido el tema de mis reflexiones. Chantilly era un ex zapatero remendón de la rue Saint Denis que, apasionado por el teatro, había representado el papel de Jeries en la tragedia de Crebillon de este título. Pero sus esfuerzos habían provocado la burla del público.

—Dígame usted, por Dios —exclamé—, por qué método, si es que hay alguno, ha penetrado usted en mi alma en este caso.

Realmente, estaba yo mucho más asombrado de lo que hubiese querido confesar.

—Ha sido el vendedor de frutas —contestó mi amigo— quien le ha llevado a usted a la conclusión de que el remendón de suelas no tiene la suficiente estatura para representar el papel de Jerjes et id genus omne.

—¿El vendedor de frutas? Me asombra usted. No conozco a ninguno.

—Sí; es ese hombre con quien ha tropezado usted al entrar en esta calle, hará unos quince minutos.

Recordé entonces que, en efecto, un vendedor de frutas, que llevaba sobre la cabeza una gran banasta de manzanas, estuvo a punto de hacerme caer, sin pretenderlo, cuando pasábamos de la calle C... a la calleja en que ahora nos encontrábamos. Pero yo no podía comprender la relación de este hecho con Chantilly.
No había por qué suponer charlatanerie alguna en Dupin.

—Se lo explicaré —me dijo—. Para que pueda usted darse cuenta de todo claramente, vamos a repasar primero en sentido inverso el curso de sus meditaciones desde este instante en que le estoy hablando hasta el de su rencontre con el vendedor de frutas. En sentido inverso, los más importantes eslabones de la cadena se suceden de esta forma: Chantilly, Orión, doctor Nichols, Epicuro, estereotomía de los adoquines y el vendedor de frutas.

Existen pocas personas que no se hayan entretenido, en cualquier momento de su vida, en recorrer en sentido inverso las etapas por las cuales han sido conseguidas ciertas conclusiones de su inteligencia. Frecuentemente es una ocupación llena de interés, y el que la prueba por primera vez se asombra de la aparente distancia ilimitada y de la falta de ilación que parece median desde el punto de partida hasta la meta final. Júzguese, pues, cuál no sería mi asombro cuando escuché lo que el francés acababa de decir, y no pude menos de reconocer que había dicho la verdad. Continuó después de este modo:

—Si mal no recuerdo, en el momento en que íbamos a dejar la calle C... hablábamos de caballos. Éste era el último tema que discutimos. Al entrar en esta calle, un vendedor de frutas que llevaba una gran banasta sobre la cabeza, pasó velozmente ante nosotros y lo empujó a usted contra un montón de adoquines, en un lugar donde la calzada se encuentra en reparación. Usted puso el pie sobre una de las piedras sueltas, resbaló y se torció levemente el tobillo. Aparentó usted cierto fastidio o mal humor, murmuró unas palabras, se volvió para observar el montón de adoquines y continuó luego caminando en silencio. Yo no prestaba particular atención a lo que usted hacía, pero, desde hace mucho tiempo, la observación se ha convertido para mí en una especie de necesidad.

»Caminaba usted con los ojos fijos en el suelo, mirando, con malhumorada expresión, los baches y rodadas del empedrado, por lo que deduje que continuaba usted pensando todavía en las piedras. Procedió así hasta que llegamos a la callejuela llamada Lamartine, que, a modo de prueba, ha sido pavimentada con tarugos sobrepuestos y acoplados sólidamente. Al entrar en ella, su rostro se iluminó, y me di cuenta de que se movían sus labios. Por este movimiento no me fue posible dudar que pronunciaba usted la palabra «estereotomía», término que tan afectadamente se aplica a esta especie de pavimentación. Yo estaba seguro de que no podía usted pronunciar para sí la palabra «estereotomía» sin que esto le llevara a pensar en los átomos, y, por consiguiente, en las teorías de Epicuro. Y como quiera que no hace mucho rato discutíamos este tema, le hice notar a usted de qué modo tan singular, y sin que ello haya sido muy notado, las vagas conjeturas de ese noble griego han encontrado en la reciente cosmogonía nebular su confirmación. He comprendido por esto que no podía usted resistir a la tentación de levantar sus ojos a la gran nobula de Orión, y con toda seguridad he esperado que usted lo hiciera. En efecto, usted ha mirado a lo alto, y he adquirido entonces la certeza de haber seguido correctamente el hilo de sus pensamientos. Ahora bien, en la amarga tirada sobre Chantilly, publicada ayer en el Musée, el escritor satírico, haciendo mortificantes alusiones al cambio de nombre del zapatero al calzarse el coturno, citaba un verso latino del que hemos hablado nosotros con frecuencia. Me refiero a éste:
Perdidit antiquum litera prima sonum.

»Yo le había dicho a usted que este verso se relacionaba con la palabra Orión, que en un principio se escribía Urión. Además, por determinadas discusiones un tanto apasionadas que tuvimos acerca de mi interpretación, tuve la seguridad de que usted no la habría olvidado. Por tanto, era evidente que asociaría usted las dos ideas: Orión y Chantilly, y esto lo he comprendido por la forma de la sonrisa que he visto en sus labios. Ha pensado usted, pues, en aquella inmolación del pobre zapatero. Hasta ese momento, usted había caminado con el cuerpo encorvado, pero a partir de entonces se irguió usted, recobrando toda su estatura. Este movimiento me ha confirmado que pensaba usted en la diminuta figura de Chantilly, y ha sido entonces cuando he interrumpido sus meditaciones para observar que, por tratarse de un hombre de baja estatura, estaría mejor Chantilly en el Théâtre des Varietés."

La intención es que esta cita sea una introducción al mundo del pensamiento lateral, que entre las ramas de la deducción la veo como la más desagradable de todas... pero, bue, gustos personales.

Fuente